FICTION. El cuerpo femenino. Ethnic literature

EL CUERPO FEMENINO: RESIGNIFICACION Y DIFERENCIA


SILVIA LUCIA DEL VALLE FERNANDEZ


CATEDRAS: LITERATURA INGLESA III Y SEMINARIO, LITERATURA DEL HABLA INGLESA DESPUES DE LA 2º GUERRA MUNDIAL, LITERATURA NORTEAMERICANA.
DPTO INGLÉS FACULTAD DE HUMANIDADES U.N.CA.






Toni Morrison presenta en Sula (1973) una construcción de imagen femenina diferente, disonante, alejada de las reglas morales y normas sociales del contexto afroamericano de las primeras décadas de siglo veinte. Sula invierte la esencia de la nueva mujer afroamericana, ya que disloca los códigos que rigen la normatividad de lo que se considera como aceptable y moral en su comunidad, Bottom. Ahora bien, desde dónde se erigen los conceptos de aceptabilidad y normatividad en la comunidad de Sula. En otras palabras, qué paradigma sostiene la concepción identitaria afroamericana de su comunidad y cuáles son los que postula esta nueva construcción de la femineidad corporizada en Sula.

Considerar a Sula como una novela feminista enfatiza que el personaje femenino, Sula, es marcadamente discontinuo en relación a representaciones anteriores de la mujer afroamericana en la ficción estadounidense. En realidad, Sula encarna la nueva concepción estética de femineidad negra. En algunos lectores entender esta transgresión puede generar incertidumbre y desconcierto, debido a que los mismos tratan de trasvasar a Sula a un formato ideológico anterior el cual nos remite a una estética negra clásica. Así, Sula rechaza la vieja imagen negra que sitúa a esta etnia como victima y busca una nueva identidad, en la cual la configuración de femineidad se geste desde la libertad de acción y no desde a opresión. En efecto, la oposición temporal entre el discurso nacionalista negro se sustancia en el binario opuesto conformado por Sula y la comunidad de Bottom. De este modo, mientras que Sula percibe el presente como pura posibilidad, la comunidad negra de Bottom se aferra a una visión estática del pasado.

La trama de esta novela es vista desde la teoría de Judith Butler en Género en Disputa (2001). En este espacio discursivo, Butler se pregunta cómo las prácticas sexuales no normativas ponen en tela de juicio la estabilidad del género como categoría de análisis. Observa cómo ciertas prácticas sexuales imponen la pregunta: ¿qué es una mujer y qué es un hombre? Ahora bien, si el género no ha de entenderse como algo que se consolida mediante la sexualidad normativa, entonces hay una crisis de género que se específica en ciertos contextos como los contextos Queer. Siguiendo el análisis de esta crítica postestructuralista, surge el interrogante de que una es mujer en la estructura heterosexual dominante y cuestionar la estructura es quizás perder algo del terror que algunas personas padecen al volverse gay. El miedo de perder el lugar que se tiene en el género o de o saber quién terminará siendo uno si mantiene algún tipo de relación con alguien del mismo género. Este miedo es en realidad una crisis en la ontología experimentada en el nivel de la sexualidad y del lenguaje.
El planteo fuerte que hace Butler es en realidad un replanteo: cuál es el vínculo entre género y sexualidad normativa, vigilar el género se usa a veces como una manera de afianzar la heterosexualidad normativa. Sostiene asimismo que es la jerarquía del género la que produce y consolida al mismo. Consecuentemente, la desigualdad es lo que adopta la forma de género (Sula es disímil, no encaja en lo pautado jerárquicamente para su género. Nel si lo hace). Por lo tanto, la jerarquía del género sirve a la heterosexualidad de forma más o menos obligatoria y por ende la frecuencia de la vigilancia de las normas de género se hace precisamente en aras de apuntalar la hegemonía heterosexual (la comunidad de Bottom vigila las normas heterosexuales que Sula transgrede). Buttler se opone al ordenamiento de la normativa heterosexual y postula que “la anticipación conjura su objeto” (2001:15). La anticipación de la revelación fidedigna del significado es el medio por el cual esta autoridad se atribuye y se instala. El género es una esencia interior que puede ponerse al descubierto, una expectativa que termina produciendo el fenómeno que anticipa. O sea, la forma en que “la anticipación de una esencia dotada de género provoca lo que plantea como exterior a sí misma” (ibid.).

Butler postula lo que denomina la Teoría de la Preformatividad. Para esta crítica, la preformatividad no es un acto único, sino repetición de un ritual que logra su efecto mediante su materialización en el contexto de un cuerpo, entendido hasta cierto punto como una duración temporal sostenida culturalmente. La postura de que el género es preformativo muestra que lo que consideramos una esencia interna del género se fabrica mediante un conjunto de actos, postulados por medio de la estilización del cuerpo basada en el género”. De esta manera, Butler postula que lo que hemos tomado como un rasgo interno de nosotros mismos es algo que anticipamos y producimos mediante ciertos actos corporales, en un efecto alucinatorio de gestos materializados. Asimismo, los géneros inteligibles son aquellos que en algún sentido instituyen y mantienen relaciones de coherencia y continuidad entre sexo y género, práctica sexual y deseo. En otras palabras, los fantasmas de continuidad y coherencia se concretan solo bajo las normas heterosexuales. Existe una matriz cultural mediante la cual se ha hecho inteligible el género. El sexo aparece dentro del lenguaje hegemónico como una sustancia como un ser idéntico así mismo, en términos metafísicos. Esta apariencia se logra mediante un giro preformativo del lenguaje y del discurso que oculta el hecho de que “ser” de un sexo o un género es fundamentalmente imposible.

A los fines de un mejor entendimiento de la novela en cuestión delinearemos el argumento de la misma en forma breve. El relato transcurre en Bottom situado en Ohio es un lugar de tierras empobrecidas que fue dado como regalo de un amo a su esclavo Se centra en la historia de dos familias la de Nel y Sula, dos niñas que si bien son de origen afroamericano, la crianza de ambas dista de ser similar. Nel es el producto de una familia que cree firmemente en las convenciones sociales, el suyo es un hogar estable. La familia de Sula es muy diferente, la niña vive con su abuela Eva Peace y su madre Hannah ambas son vistas por la comunidad como excéntricas y perdidas. Sula y Nel crecieron como inseparables amigas hasta su adolescencia cuando la muerte accidental de Chicken Little las une en un secreto común, ya que nunca dijeron la forma en la que el niño murió. Sumado a este incidente, la madre de Sula muere por las quemaduras que sufre al incendiarse su vestido. Sula es culpada por su abuela de no haber hecho nada. Eventualmente, Nel elige casarse y establecerse en Bottom con el rol de madre y esposa. En tanto, Sula luego de la boda de Nel resuelve alejarse de Bottom por un período de diez años. Sula tiene relaciones circunstanciales con hombres afroamericanos y blancos indistintamente y cuando regresa a Bottom se vincula con el esposo de Nel, Jude. Sula no es querida en su comunidad por las relaciones interraciales que mantiene y su affair con Jude agudiza los sentimientos de sus pares. En 1940, Sula muere. Nel llega a reconciliarse con Sula y se da cuenta de que ésta no es sólo maldad y que en el binomio, Sula/ Nel, Nel es tan responsable como Sula de los eventos ocurridos. Se llega a dar cuenta que Sula vivió y murió siendo alguien y no se sometió a las demandas sociales para ser alguien.

El objetivo del presente trabajo es presentar el cuerpo femenino de Sula como una corporeidad atravesada por condiciones culturales que propician la discordancia entre sexo/genero y deseo. Se someterá un fragmento discursivo de la obra tratada al análisis contrastivo del discurso a los fines de observar lo incoherente y discontinuo de la naturaleza del personaje principal.

El Análisis Contrastivo del Discurso trabaja sobre fragmentos o enunciados. Aquí, demostraremos cómo dicho análisis resulta productivo y hasta ineludible en determinadas circunstancias y apela a conceptualizaciones y recorridos metodológicos múltiples y variados. Nuestra rutina exploratoria es posterior a la inmersión en el corpus seleccionado. Éste está conformado por segmentos de diálogo entre Sula y su abuela, Eva Peace. Se seleccionaron algunas huellas de la actividad discursiva de los sujetos y se consideraron las mismas como indicios reveladores de una regularidad discursiva de significativa importancia de las que se infiere un origen o una causa o finalmente una relación causa/regla. A continuación del corpus se develan matrices discursivas que constituyen dos paradigmas diferentes. Por un lado, el discurso de Eva Peace que sostiene lo normativo y el discurso de Sula que genera provocación y transgresión. En ambos paradigmas se toman enunciados donde se construye la idea de cuerpo femenino o en otras palabras se proporciona evidencia sobre ¿qué es una mujer? Se contrastan así, dos puntos de vista acerca de los presupuestos la temática antes mencionada. Se develan de esta manera, dos matrices discursivas disímiles: la concepción normativa y heterosexual que reproduce un discurso de matriz netamente bíblica y religiosa y la concepción preformativa que reproduce un discurso proveniente de una matriz transgresora. De este modo, Eva y Sula son dos agentes importantes en la configuración de matrices discursivas opuestas. Es notable el antagonismo en el tratamiento que hacen con respecto a un mismo eje de sentido, la concepción de mujer. En consecuencia, existe un cuerpo discursivo que se construye a través de recursos múltiples.

A continuación presentamos los segmentos discursivos que constituyen la matriz normativa y postulan un paradigma heterosexual


MATRIZ NORMATIVA/ PARADIGMA HETEROSEXUAL
-Bueno, no empieces nada con la boca que no seas capaz de soportar luego en el
trasero ¿Cuándo piensas casarte? Tienes que tener críos. Eso te calmará


-No por gusto, te he dicho. No está bien que quieras quedarte sola. Necesitas…, yo te
diré lo que necesitas.


-Nadie me habla así a mi. Nadie.


-La Biblia dice honra a tu padre y a tu madre par que se prolonguen tus días sobre la
tierra que tu Dios te hadado


- ¡Boca purulenta! ¡Dios te castigará!


-No me hables a mí de quemados. Tú te quedase mirando cómo se quemaba tu
propia madre. ¡Cucaracha loca ¡ A ti deberían haber comido las llamas.


- El fuego del infierno no necesita que nadie lo encienda y ya te está quemando por
dentro…


- ¡Amén!


- El orgullo lleva a la caída.


- Sorprendente frescura.


- Y tú has desperdiciado la tuya.
- En este diálogo tenemos una mujer que se dirige a otra e interactúan en forma  vehemente e irrespetuosa si se considera la relación abuela-nieta desde una matriz
normativa.



Así en el discurso de la abuela Eva Peace, este enunciador habla desde un lugar de autoridad, propio de una institución jerarquizada, que le permite afirmar valores claros e incluso, avizorar el futuro: mayormente los sintagmas
son restrictivos, nótese los enunciados asertivos negativos y su proximidad discursiva. Ésta permite secuenciar y e intensificar las normas que asumen la forma de mandamientos en la visión de Eva: …no empieces nada con la boca que no seas capaz de soportar luego en el trasero/ No por gusto, te he dicho. No está bien que quieras quedarte sola. Necesitas…, yo te diré lo que necesitas./ Nadie me habla así a mi. Nadie/ No me hables a mí de quemados./ Un día la necesitarás.
Esta matriz prescriptiva genera un discurso que asume un tono religioso en donde a modo de intertexto se visualiza la estructura de uno de los mandamientos: “Honrar padre y madre”. Seguidamente, la amenaza que profiere Eva, si Sula no depone su actitud se asemeja a los castigos que se imparten en el Viejo Testamento, donde Dios no un Dios del amor sino un Dios de ira: La Biblia dice honra a tu padre y a tu madre para que se prolonguen tus días sobre la tierra que tu Dios te ha dado-El fuego del infierno no necesita que nadie lo encienda y ya te está quemando por dentro…/¡Amén!
Luego asume un tono profético al sostener en términos de una generalización que está cargada de ideología y de principios normativos: El orgullo lleva a la caída. Seguidamente, con la infaltable pregunta y la enfática aseveración de que ser madre ubicara a Sula, Eva refuerza la orientación argumentativa del texto. Las soluciones de Eva para terminar con la rebeldía de Sula son prescriptivas: Un día la necesitarás /¿Cuándo piensa casarte? Tienes que tener críos. Eso te calmará. También, Eva al referirse a Sula hace uso de sintagmas extendidos:
Sula : -¡Boca purulenta! ¡Dios te castigará!
¡Cucaracha loca!
A ti deberían haber comido las llamas!
-Sorprendente frescura.


De este modo, Eva construye una imagen discursiva de Sula comparable con la de un monstruo. En realidad, estas unidades léxicas desvirtúan a Sula en vez de revalorizarla. Asimismo, si optamos por analizar los predicados que acompañan a Sula encontramos predicados en donde la agencia de Sula es inexistente. Su rol es pasivo y culposo:

Sula: [se quedó] mirando cómo se quemaba tu propia madre
[se] está quemando por dentro


Por lo tanto, si la prescripción de Eva en cuanto al rol de madre no se lleva a cabo, Sula ha desperdiciado su vida. Y un agente que no ha realizado nada valioso en términos de una configuración heterosexual normativa: ser madre, buena hija o esposa ha inutilizado su existencia: has desperdiciado la tuya [la vida de Sula]


A continuación presentamos los fragmentos discursivos del corpus seleccionado que erigen la matriz transgresora que evidencia un paradigma preformativo

MATRIZ TRANSGRESORA/ PARADIGMA PERFORMATIVO


.-Sula se encogió de hombros y se inclinó, con las nalgas apuntando hacia Eva.


-No quiero hacer otras personas. Quiero hacerme a mí misma


-Sula se incorporó.


-Necesito que te calles la boca


-Aquí hay una que sí. Te crees que porque tuviste la maldad de cortarte tu propia
pierna eso te da derecho a golpear a los demás con el muñón.
-Mamá debió saltarse esa parte. Sus días no fueron demasiado largos


-¿Qué Dios? ¿El que se quedó mirando mientras quemabas a Plum


-Pero no lo hicieron; ¿está claro? No lo hicieron. Y en adelante, todos los fuegos que
haya en esta casa los prenderé yo


-¡Lo que quema dentro de mí es mío!


-¡Dividiré esta ciudad en dos y todo lo que hay en ella antes que permitir que me lo
apagues!


-¿Y a mí qué diablos me importa caerme?


-Vendiste tu vida por veintitrés dólares al mes


-Es mía y puedo desperdiciarla si quiero


-Pero a ti. No te necesitaré nunca.¿ Y sabes una cosa? A lo mejor una noche, cuando
estés adormilada en ese carrito espantando las moscas y tragando saliva, pude que
suba calladito hasta aquí con un poco de petróleo y, quién sabe, tal vez ardas con las
llamas más brillantes de todas


-Un día la necesitarás.




La voz del narrador no presenta a Sula como pasiva, acompañan al sujeto de la acción una secuencia de movimientos que está realiza con su cuerpo los cuales dan cuenta de su desenfado y actitud desafiante:

SULA - se encogió de hombros y se inclinó, con las nalgas apuntando
hacia Eva.
-se incorporó


Seguidamente, observamos cómo la configuración discursiva de Sula sobre sí misma es diferente a lo que Eva imponía como condición femenina:


SULA -No quiero hacer otras personas.
-Quiero hacerme a mí misma
-Necesito que te calles la boca
-¿Y a mí qué diablos me importa caerme?
Es mía y puedo desperdiciarla si quiero


El Presente del Indicativo sitúa al sujeto en un aquí y en un ahora. El enunciador se hace cargo del enunciado al utilizar la primera persona del singular y así generar marcas de subjetividad en los enunciados. El uso del reflexivo en “me importa caerme” distancia; pero la subjetividad está presente en la inflexión de primera persona “me”. La sucesión de enunciados asertivos positivos predomina sobre el único subjetivema negativo, lo cual dota de certeza y veracidad a cerca de las necesidades y decisiones del agente: Sula. Nótese que desde esta matriz discursiva, Sula no es pasiva. Los predicados que acompañan a Sula en el paradigma designacional: Sula/ Dios/ Eva, son locativos y de cambios de estado: “es mia/ no quiero hacer otras personas/quiero hacerme a mi misma.

En los siguientes enunciados se observa el uso de el tiempo futuro, que es un tiempo comentativo, por lo tanto marca prospección y anticipación:….Y en adelante, todos los fuegos que haya en esta casa los prenderé yo/¡Lo que quema dentro de mí es mío!. Seguido a esto, una aserción positiva donde el sujeto se hace cargo de la verdad del enunciado evidencia la modalidad epistémica: ¡Dividiré esta ciudad en dos y todo lo que hay en ella antes que permitir que me lo apagues!

Dentro del paradigma designacional vemos otros agentes aparte de Sula: Eva y Dios. Es inevitable que del análisis anterior se visualice la relación de Sula como un todopoderoso. Así, en los fragmentos discursivos que a continuación se detallan; se cuestiona la autoridad institucionalizada del Dios Creador hasta llegar a una transgresión rotunda y manifiesta. Se configura así la imagen de un dios pasivo e indolente, que no tuvo ninguna reacción en el momento de salvar a Hannah, madre de Sula, o su familia:

Dios se quedó mirando mientras quemabas a Plum
[El que] [restó días a la vida de su madre] Sus días no fueron demasiado
largos


El cambio de tiempo al Pretérito: tuviste la maldad/vendiste tu vida, nos remiten al mundo narrado a la historia de Eva y su forma de sobrevivir su propia miseria: cortarse la pierna para conseguir un resarcimiento económico del cual vivió.

Eva [tuvo ] la maldad de cortarte
[se cortó su] propia pierna
[le da]derecho a golpear a los demás con el muñón.
Vendiste tu vida por veintitrés dólares al mes


En este análisis, se ha mostrado cómo se define lo femenino y lo masculino desde dos matrices discursivas antitéticas: la normativa y la preformativa. Lo importante es reconocer que pueden existir otras formas de concebir a la mujer en las afuera del pensamiento binario, el cual nos remite sin objeción a una matriz heterosexual. De este modo, el modelo preformativo posibilita ver a los sujetos hablantes no como meros efectos de las estructuras o de los sistemas, sino más bien como agentes socialmente situados que producen una pluralidad de discursos. En la medida en que se parte del supuesto de que en la sociedad hay pluralidad de discursos y por lo tanto, existen pluralidad de lugares desde donde se habla. Consecuentemente, se asume que los individuos tienen diferentes posiciones discursivas moviéndose de un marco discursivo a otro
Por lo tanto, si se detiene en el discurso de Eva, Sula es un ser sin características humanas encasillada en un cuerpo desosegado. Mientras que, si se observa la construcción discursiva de Sula, sólo se trata de una mujer en total manejo y control de su voluntad y sus ideas aún cuando éstas cuestionen y atenten contra las bases mismas de la comunidad de Bottom.

CONCLUSION

Al comenzar esta comunicación nos preguntamos cuáles eran los sustentos de la concepción de femineidad afroamericana clásica y cuál es la emergente corporizada en Sula. Al llevar a cabo este análisis contrastivo emergen dos matrices discursivas que remiten a concepciones paradigmáticas antitéticas: normativo/heterosexual y trasgresor / preformativo. Es imposible visualizar a Sula desde lo normado. La vigilancia del género que es llevada a cabo por Eva Peace y el castigo que la transgresión de Sula implica desde la matriz discursiva de la abuela, no puede transpolarse a Sula. No se puede concebir a la nueva estética afroamericana desde un paradigma estático y para estos tiempos arcaicos.
Sula es realmente una persona fuera de toda normatividad, una “outside – law” en términos de Morrison. Sin embargo, es a su vez capaz de reexaminarse a si misma, y sostener su identidad discordante, promiscua y desasosegada aún en un contexto contrario, en donde la mujer tiene roles fijos y preconcebidos desde los orígenes. Butler sostiene, desde su Teoría de la Preformatividad, que Sula es agencia pura. De este modo, se construye así misma, se posiciona como disímil y se sostiene como tal hasta su muerte. No se somete al paradigma dominante, lo subvierte. Desde la opresión que la gesta, se revela, se vuelve un boomerang, aún en contra de su propia supervivencia y se erige en resistencia.

Oppressive language does more than represent violence; it is violence; does
more than represent the limits of knowledge; it limits knowledge. Whether it is
obscuring state language or the faux-language of mindless media; whether it


-Así en el discurso de la abuela Eva Peace, este enunciador habla desde un lugar de
autoridad, propio de una institución jerarquizada, que le permite afirmar valores
claros e incluso, avizorar el futuro: mayormente los sintagmas son restrictivos, nótese
los enunciados asertivos negativos y su proximidad discursiva. Ésta permite
secuenciar y e intensificar las normas que asumen la forma de mandamientos en la
visión de Eva.
-…no empieces nada con la boca que no seas capaz de soportar luego en el trasero

- No por gusto, te he dicho. No está bien que quieras quedarte sola. Necesitas…, yo
te diré lo que necesitas.

-Nadie me habla así a mi. Nadie.

-No me hables a mí de quemados.

-Un día la necesitarás

is the proud but calcified language of the academy or the commodity driven
language of science; whether it is the malign language of law-without-ethics,
or language designed for the estrangement of minorities, hiding its racist
plunder in its literary cheek - it must be rejected, altered and exposed. It is
the language that drinks blood, laps vulnerabilities, tucks its fascist boots
under crinolines of respectability and patriotism as it moves relentlessly
toward the bottom line and the bottomed-out mind. Sexist language, racist
language, theistic language - all are typical of the policing languages of
mastery, and cannot, do not permit new knowledge or encourage the mutual
exchange of ideas( Morrison,1993:2)



BIBLIOGRAFIA
• Butler, Judith, (2001) Género en Disputa, México, Editorial Paidos Mexicana S.A.
• Fairclough, Norman, (1991), Language and Power, United Kingdom, Longman Group Ltd.


• -----, (1995) Critical Discourse Analysis, United Kingdom, Longman Group Ltd.
• ----, (2005),Discourse and Social Change, Britain, Cambridge University Press, Great.


• Morrison, Toni, (1998), Sula, España, Ediciones B, S.A.


• Narvaja de Arnoux, Elvira, (2006), Análisis del Discurso: Modos de abordar materiales de archivo, Argentina, Santiago, Arcos.










SITIOS WEB


Nobel prize org, (2007, Agosto, 14),Toni Morrison The Nobel Prize in Literature 1993, [Online].Disponible: http://nobelprize.org./nobel_prizes/literature/laureates/1993/morrison-lecture.html1


























Ethnic literature.
The politics of recognition .Charles Tylor


Our identity is partly shaped by recognition of its absence, often by misrecognition of others and so a person or a group of people can suffer real damage, real distortion, if the society around them mirror back to them confining or demeaning or contemptible figure among themselves. Nonrecognition or misrecognition can inflict harm can be a form of oppression, imprisoning someone in a false, distorted and reduced mode of being.

Thus some feminist have argued that women in patriarchal societies have been induced to adopt A DEPRECIATORY IMAGE OF THEMSELVES. They have internalized a picture of their own inferiority, so that even when some of the objective obstacles to their advancement fall way, they may be incapable of taking advantage of the new opportunities. And beyond this they are condemned to suffer the pain of low self esteem.
For e.g. the white society has for generation projected a demeaning image of them, which some of them have been unable to resist adopting. Their own self depreciation, in this vie, becomes the most potent instrument of their own oppression. The task ought to be to purge themselves of this imposed and destructive identity. Recently, a similar point has been made in relation to indigenous and colonized people in general .It is held that since 1492,Europeans have projected an image of such people as somehow inferior, ”uncivilized” and through the force of conquest have often been able
To imposed this image on the conquered The figure of Caliban has been held to epitome this crushing portrait of contempt of New World aboriginals. Misrecognition is not just a courtesy we owe people. It is a vital human need.
In order to examine some of the issues to have arisen here I would like to take a step back, achieve a little distance, and look at how discourse on recognition came to seem familiar or at least understandable to us for it was not always so.

TWO CHAMNGES have made the modern preoccupation with identity and recognition inevitable. The first is the collapse of social hierarchies, which use to be the basis of honour. Montesquieu says that honour is a matter of preferences. For e.g. the order of Canada is an honour
Against this notion of honour we have the modern notion of dignity is the only one compatible with a democratic society, and inevitably the old concept of honour was suppressed. Democracy enforced equal recognition that now returns a form of equal status of cultures and genders.
The importance of recognition has been modified and intensified by the new understanding of individual identity that emerges at the end of the eighteenth century. We might speak of an individualized identity one that is particular to me and that discovered myself. Trilling`s usage in the brilliant study speaks of the idea of authenticity. Since the 18th century morality had an inner voice, a voice within. The moral sense provides with an intuitive feeling of what is right or wrong. Morality is no longer a matter of calculating the consequences AUTHENTICITY DEVELOPS OUT OF A DISPLACEMENT OF THE MORAL ACCENT. What Taylor calls displacement is that the voice within in the initial definition tells us about right and wrong but to be in contact with our own feelings –authentic-takes on an independent moral significance. It is something we have to attain Now the source we have to connect with is deep within us with inner depths if we are to be true an full human beings. It could be like in Saint Augustine words to reach God as passing through our own self -awareness. Rousseau frequently presents the issue of morality as that of our following a voice of nature within us. Our moral salvation comes from recovering authentic moral contract with ourselves. Rousseau even gives a name to the intimate contact with oneself, more fundamental than any moral view that is a source of such a joy and contentment the feeling of existence.
Herder put forward the idea that each of us has an original way of being human. Each person has his own measure. There is a certain way of being human that is my way. I am called upon to live my life in this way not in imitation to any one. This concept gives new importance to be true to oneself If I am not ,I miss the point of my life; I miss what being human means to me. This powerful moral ideal has come down to us. It accords moral importance to a kind of contact with myself, with my own inner nature which it sees in a danger of being lost This increases the importance of this self contact by introducing the principle of originality, each of our voices has something unique to say. Not only should I mold my life to the demands of external conformity. I can´t even find the model by which to live outside myself. I can only find it within. Being true to myself means being true to my own originality. In articulating this I am defining myself I am realizing about a potentiality that it is properly my own. This is the background understanding to the modern ideal of authenticity, and to the goals of self-fulfilment . Herder applied his conception of originality at two levels, not only to the individual person among other persons but also to the cultured bearing peoples.
In earlier societies what we would now call identity was largely fixed by one´s social position that is the background that explained what people reorganized as important to themselves was to a greater extent determined by their place in society and whatever roles or activities attached to his position. According to Herder it calls to me to discover my own original way of being. By definition, this way of being cannot be socially derived, but must be inwardly generated. In connection with identity and recognition we have to bear in mind a crucial aspect of human nature that is fundamental: its dialogical character . We learn modes of expression in contact with others language, languages of art, gesture, love and the like, but we learn this in exchanges with others significant others. The human mind in this sense is not monological, not something each person accomplishes in his or her own but dialogical. We define our identity in dialogue with sometimes in struggle against, the things our significant others want to see in us as long as we live. We need relationships to fulfill, but not to define ourselves. Thus, discovering my own identity doesn´t mean that I work it out in isolation, but that I negotiate it through dialogue, partly overt partly internal with others That is why the development of an ideal of inwardly generated identity gives a new importance to recognition. My own identity crucially depends on my dialogical relations with others. Dependence on others arose with the age of authenticity. A form of dependence was always there. The socially derived identity was its very nature dependent on society. But in the earlier age recognition never arouse as a problem. General recognition was built into those socially derived identity by virtue of the very fact that it was based on social categories that everyone took for granted.
Rousseau is identified as one of the points of origin of the modern discourse of authenticity. Rousseau is sharp critic of hierarchical honor of preferences In a republican society where all can share equally in the light of public attention, he sees the source of health. . We can see how much an original identity needs and is vulnerable to the recognition given or withheld by significant others. It is not surprising that in the culture of authenticity, relationships are seen as the key loci self-discovery and self affirmation. On the soil plane the understanding that identities are formed in open dialogue, unshaped by predefined social script, has made the politics of equal recognition more central and stressful. Equal recognition is not just the appropriate mode for a healthy democratic society. Its refusal can inflict damage on those who are denied. The projection of an inferior demeaning image on another can actually distort and oppress, to the extent that the image is internalized. Not only contemporary feminism but also race relationships and discussions of multiculturalism are based by the premise that the withholding of recognition can be a FORM OF oppression. We may debate whether this factor has been exaggerated, but it is clear that the understanding of identity has introduced a new dimension into the politics of eaul recognition
The discourse of recognition has become familiar to us on two levels: First in the intimate sphere ,where we understand the formation of identity and the self as taking place in a continuing dialogue and struggle with significant others and then in the public sphere where a politics of equal recognition has come to play a bigger role. He tries to concentrate on the public sphere and to present a politics of equal recognition. With the move from honor to dignity has come a politics of universalism, emphasizing equal dignity of all citizens, and the content of this politics has been the equalization of rights and entitlements. What is to be avoided at all costs is the existence of first class and second class citizens. For some ,equalization has affected only civil rights and voting rights; for others it has extended into the socioeconomic sphere. People who are systematically handicapped by poverty from making the most of their citizenship rights are deemed in this view to have been relegated to second-class status, necessitating remedial action through equalization.
By contrast the second change, the development of the modern notion of identity, has given rise to a politics of difference. There is, of course, a universalist basis to this as well, making for the overlap and confusion between the two. With the politics of equal dignity, What is established is meant to be universally the same, an identical basket of rights and immunities with the politics of difference, what we are asked to recognize is the unique identity of this individual or group, their distinctiveness from everyone else. The idea is that it is precisely this distinctness that has been ignored, glossed over, assimilated to a dominant or majority identity. And this assimilation is the cardinal sin against authenticity.
Where the politics of universal dignity fought forms of non-discrimination that were quite blind to the ways in which citizen differ, the politics of difference often defines non-discrimination as requiring that we make these distinctions the basis of differential treatment. Some members of aboriginal bands will get certain rights and powers not enjoyed by other Canadian
Reverse discrimination measures afford people from previously unfavoured groups a competitive advantage for the jobs or places in the universities. Reverse discrimination measures is defended as a temporary measure that will eventually level the playing field and allow the old blind rules to come back into force in a way that does not disadvantage anyone. R D M cherished distinctness
These two modes of politics both based on the notion of equal respect come into conflict. For one the principle of equal respect requires that we can treat people in a difference-blind fashion. For the other we have to recognize and even foster particularity. The reproach the first makes to the second is that it violates the principle of non-discrimination. The reproach the second makes to the first is that it negates identity by forcing people into a homogeneous mold that is untrue to them. The claim is that supposedly neutral set of difference-blind principles of the politics of equal dignity is in fact a reflection of one hegemonic culture. As it turns out, then only the minority or suppresses cultures are being forced to take alien form. Consequently the supposedly difference-blind culture is not only inhuman (because suppressing identities) but also, in subtle and unconscious way, itself highly discriminatory.

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